En la actualidad, la sostenibilidad se ha vuelto un tema crucial en todas las industrias, y el sector del empaque no es una excepción. Los consumidores están cada vez más preocupados por el impacto ambiental de los productos que adquieren, lo que ha impulsado la demanda de empaques biodegradables, sobre todo, en una industria como la de alimentos, donde la rotación de productos es tan continua y masiva.

En este blog, exploraremos el proceso de elaboración de estos empaques sostenibles, destacando algunas opciones con las que cuenta CI Talsa.

Antes de sumergirnos en el proceso de elaboración de los empaques biodegradables, es fundamental entender qué significa realmente este término. Un empaque biodegradable es aquel que puede descomponerse de forma natural y segura en el medio ambiente, gracias a la acción de microorganismos presentes en la naturaleza. A diferencia de los empaques convencionales que pueden persistir durante décadas o incluso siglos, los empaques biodegradables se desintegran en un período de tiempo mucho más corto, minimizando así su impacto ambiental.

Ahora entendamos el proceso para su elaboración:

El primer paso para elaborar un empaque biodegradable es la elección de los materiales adecuados, entendamos cuales hay en el mercado:

Bioplásticos: Los bioplásticos, como el ácido poliláctico (PLA) y el polihidroxialcanoato (PHA), se fabrican a partir de fuentes renovables, como el almidón de maíz o la caña de azúcar. Estos materiales tienen propiedades similares a los plásticos convencionales, pero se descomponen de manera natural y no generan residuos tóxicos.

Papel y cartón: El papel y el cartón son opciones populares y ampliamente utilizadas para empaques biodegradables. Estos materiales se obtienen de fuentes renovables y se descomponen fácilmente en el medio ambiente.

Materiales compostables: Además de ser biodegradables, algunos empaques pueden ser compostables. Estos materiales, como los biopolímeros y las fibras vegetales, se descomponen rápidamente en un entorno de compostaje, donde se convierten en nutrientes para el suelo.

Otro asunto importante es el diseño y producción:

Una vez seleccionados los materiales adecuados, es hora de diseñar y producir los empaques biodegradables. Algunos aspectos a considerar en este proceso son:

Funcionalidad: Los empaques biodegradables deben cumplir con los requisitos funcionales, como resistencia y protección del producto, de manera similar a los empaques convencionales.

Etiquetado: Los empaques biodegradables deben ser claramente etiquetados para que los consumidores puedan identificarlos fácilmente. Esto ayuda a educar y concientizar sobre la importancia de elegir opciones más sostenibles.

Ahora, hablando en términos comerciales, ¿por qué deberías implementar esta tendencia?, ¿cuáles son sus ventajas o beneficios?:

Reducción del impacto ambiental: Al descomponerse de forma natural, los empaques biodegradables evitan la acumulación de residuos plásticos y reducen la contaminación del suelo y del agua.

Mejora la reputación de marca: Utilizar empaques biodegradables muestra el compromiso de una empresa con la sostenibilidad y puede influir positivamente en la percepción de los consumidores.

Cumplimiento de regulaciones: Con el aumento de la legislación relacionada con el medio ambiente, utilizar empaques biodegradables puede ayudar a las empresas a cumplir con los requisitos legales y evitar multas o sanciones.

Opciones de CI Talsa en empaques ecológicos:

En CI Talsa contamos con una completa línea de empaques biodegradables de la marca ecogreen. Son elaborados a base de almidón de maíz, y se desintegran en el ambiente en 180 días por acción biológica, convirtiéndose en CO2, agua y biomasa.

Son productos diseñados para servir, empacar, conservar, almacenar, distribuir y transportar alimentos, entre ellos tenemos cubiertos, platos, bowls, vasos, contenedores, bandejas y la línea smart pack.

Estos productos cuentan con diferentes certificaciones: